viernes, 25 de septiembre de 2009

Necesitamos una fe creciente


"Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Fil 2:12, 13).


El hecho de que los seres humanos puedan complacer a Dios es un maravilloso incentivo que puede hacer que nuestros esfuerzos perseverantes e intensos sean proporcionales al valor de aquello que deseamos alcanzar. "Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios"... Enoc caminó con Dios. No se satisfizo con su propia compañía. Caminó con Dios. Agradó a Dios. Al Señor no le place que los seres que creó sean pecadores.


Hemos de caminar con Dios y aprender de Jesucristo, quien venció cada tentación que debemos afrontar. Fue tentado en todo al igual que nosotros, pero sin pecado.El Señor atrae a los seres humanos hacia sí para caminar con ellos, trabajar con ellos y enseñarles cómo venció cada tentación siendo humano y cómo pueden alcanzar la victoria gracias a la provisión que el Señor ha hecho. Para cada tentación hay una salida, si caminamos humildemente con Dios.


Sin fe es imposible agradar a Dios...A pesar de su naturaleza caída los seres humanos pueden hacer lo que Dios espera de ellos gracias a la asistencia que les proporciona. Podrán caminar, trabajar y vivir por la fe en el Hijo de Dios. El Señor no se complace con aquellos que se satisfacen con una vida puramente biológica. Ha formado a los seres humanos conforme a la imagen divina. Tiene el propósito de que posean el carácter de Dios por medio de la obediencia a ley que es la expresión de su carácter divino. El Señor les ha dado mente, intelecto y afectos. Estos dones les fueron confiados para que fuesen ejercidos y aumentados.


Dios les ha dado una conciencia que debiera ser tenida en alta estima y respeto. Los ha dotado de conocimiento y virtud. Estas habilidades deben tener la supremacía que Dios les ha asignado.El Señor espera que cada persona ejerza la facultad de la fe. La esencia real y vital del cristianismo consiste en aferrarse de lo invisible por la fe, avanzando constantemente para asirse de la eficacia espiritual que hay en Cristo.


Si las personas no crecen poniendo en práctica los dones de Dios, no es posible que posean la fe que obra por el amor y purifica el alma. No es suficiente cultivar unos pocos talentos que el Señor nos ha confiado. La conciencia debe ser tocada por la vida y el carácter de Dios. Y esto es caminar espiritualmente con Jesucristo, participando de la naturaleza divina y habiendo vencido a la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia (Carta 195, 1899).


E. G. White

jueves, 24 de septiembre de 2009

LA FELICIDAD DE DAR






Es hermoso y bello dar...

Una palabra amiga.

Una sonrisa que ayude
a levantar el ánimo decaído.

La mano extendida para que
quien la necesite
se apoye en ella.

Algo de lo poco o mucho
que te sobra.

Porque la mayor felicidad
llegará a tu vida
cuando comprendas
que es mejor


DAR QUE RECIBIR




García Gustavu

martes, 15 de septiembre de 2009

Fiesta medieval en Pontevedra
































En el día 5 de Septiembre 09 en nuestra ciudad de Pontevedra tuvo lugar una fiesta medieval. Toda la ciudad tuvo un toque medieval ...



Nosotros hemos salido para ver los cambios...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Todos somos llamados a ser hijos de Dios


"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3: 2).


Aquí Juan tuvo una visión del inmensurable amor de un Dios infinito. Juan, no pudiendo hallar palabras adecuadas para expresarlo, exhorta al mundo a contemplarlo.En el Antiguo Testamento había tipos y sombras que prefiguraban a Cristo. Aquellos que habían estado con Jesús a lo largo de su ministerio registraron sus obras en el Nuevo Testamento.


Durante tres años y medio los discípulos habían aprendido lecciones de los labios de Cristo, el más grande de los maestros que jamás el mundo haya conocido... ¿Qué lo trajo aquí? Adán y Eva habían transgredido la ley de Dios en Edén...


Cristo contempló nuestro mundo antes de venir y vio el poder que Satanás había ejercido sobre la naturaleza humana. A causa de la transgresión de Adán [el diablo] reclamó su derecho sobre toda la familia humana. Señaló las calamidades y enfermedades por las que culpó a Dios. Sostuvo que Dios no tenía misericordia de la raza humana, por lo que debía estar bajo su control.


Jesús se había preparado para dar su vida por la salvación de la raza humana. Puso a un lado su corona regia y su manto real, y revistió su divinidad con humanidad...


Desde el momento en que la ley de Dios fue transgredida, prevaleció la idea de que era imposible que los seres humanos pudieran guardar la ley de Dios... Lo humano y lo divino se combinaron en Jesucristo.


El vino a nuestro mundo para elevar a la humanidad en la escala de valor moral con Dios. Pasó por el terreno donde Adán cayó. Soportó las tentaciones de Satanás y salió triunfante. [Satanás] se aproximó al Hijo de Dios como un ángel de luz, así como puede tentarlos a ustedes.


Jesucristo salió victorioso del desierto de la tentación. Cuando estuvo en la orilla del Jordán, elevó una plegaria como el cielo jamás había escuchado. Su oración penetró las tinieblas que lo rodeaban y alcanzó las alturas de los cielos. Los cielos se abrieron y el Espíritu Santo, bajo el aspecto de una paloma de oro bruñido, descendió sobre él y de los labios del Infinito se escucharon estas palabras: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo contentamiento". No hemos alcanzado a comprender la dimensión de este mensaje. "Nos hizo aceptos en el Amado".


Cristo vino aquí, hasta el átomo de nuestro mundo y lo honró al adoptar la naturaleza humana. Honró a la humanidad a la vista de todas las inteligencias creadas (Manuscrito 16, 1893).



E. G. White